PEMI, por A. Bidegain

El programa PEMI con los niños y niñas de Educación Infantil del Colegio San Juan de la Cadena ha hecho que este curso,en el que la música ha jugado un papel fundamental, haya sido especial y diferente.

Cuando llegó septiembre tenía por delante un curso que suponía un gran e ilusionante reto para mí, ya que me encontraba ante un proyecto nuevo que implicaba una gran responsabilidad: nada menos que la educación musical de 150 niños y niñas de Educación Infantil, una etapa escolar muy importante para su desarrollo.

A día de hoy puedo decir que aceptar ese reto ha sido un acierto y personalmente ha sido una experiencia muy enriquecedora en todos los sentidos. Con las sesiones del PEMI la música ha sido una herramienta para educar. A través de estas sesiones he tratado de hacer que los niños y niñas hayan interiorizado, vivido y sentido la música, acercándola a través de elementos cotidianos, o de contenidos que a priori no tienen por qué ser específicamente musicales.

Así, el alumnado de 3, 4 y 5 años de San Juan de la Cadena cuando escuche música en cualquier entorno, la vivirá de una manera más cercana, natural, intensa… y el disfrute será mayor. Porque aunque ellos no sepan que la música que están escuchando tiene una estructura AABA, sí que perciben que la música está ordenada, tiene una forma y una estructura, y esto es así porque en clase nos hemos movido y hemos bailado según la estructura y las frases de las obras que escuchábamos, o porque tocábamos instrumentos también siguiendo siempre la estructura. O sabrán que el jazz es un género musical que proviene de América, porque nuestro compañero de viaje durante este curso, el ratón Tintón, nos ha traído esta música de su viaje a EEUU. En definitiva, además de cumplir con el objetivo principal de las sesiones del PEMI -educar a través de la música-, hemos trabajado con cantidad de conceptos, elementos y contenidos musicales que han enriquecido la formación de los más pequeños del colegio.

Personalmente me he llevado una muy grata sorpresa al comprobar que a estas edades, aunque no comprendan determinados contenidos musicales, sí son capaces de identificarlos y de interiorizarlos, y este aprendizaje les lleva a un mayor disfrute.

Ahora que ya ha pasado el primer curso, esas ganas e ilusión con las que empecé no sólo se mantienen sino que son aún mayores para el próximo curso y ya tengo ganas de reencontrarme con los más pequeños, que tanto me han aportado y enseñado este año.

Arantxa Bidegain
Músico Especialista del Programa de Educación Musical Infantil
Orquesta Sinfónica de Navarra