En un lejano pueblo que era muy pequeño había chuches y golosinas flotando por los aires, había bizcochos, tartas de fresa, regalices, bastoncillos de caramelo,…
Muchísimas cosas flotando por los aires pero solo había una chica que era guapísima, llevaba maquillaje, tenía el pelo rubio y un chiuaua monísimo. Lo más curioso es que no tenía casa, pero tenía algo en común ¡que también era una chuche como el cielo aunque también había humanos.
Pero inesperadamente… Se le apareció un mago que le dijo: – Tienes tres deseos, ¡quieres ser una humana, un ratón o una rana?
La niña le dijo con capricho: -¡¡¡Quiero ser una humana!!!
No saben ustedes el grito que pegó ¡se le oyó hasta Francia!
El mago de dijo: -Niña, niña, no grites tanto que no estamos sordos, pero eres una humana como deseabas.
Y así fue, tal y como la niña deseaba.
Y colorín, colorado por la chimenea salió un pistacho.
Emma Rodríguez—2º A
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