Otro años más seguimos celebrando Halloween. Cada año nuestros disfraces son más terroríficos y a nuestro conjuro acuden criaturas extrañas y escurridizas… Menos más que al final acabamos cantando, bailando y comiendo unas cuantas chuches. Ah! Y por la tarde hicimos talleres en el patio: de caretas, de tizas en el suelo, de pintura de cara y para los más marchosos de discoteca en el paraguas. Podéis ver lo bien que lo pasamos.
Deja una respuesta